Mi deseo...

Buenooooo, hoy ha sido un día duro y largo para mí y no me apetece mucho pero igualmente lo voy a hacer.

¿No sentimos, a veces, el deseo de perder el juicio, el deseo de poder amar a una persona, el deseo fogoso de poder pecar durante una vida eterna?

Siempre se ha tenido deseo. Sobre todo, a mí, el pasarse un día mirando unos ojos, que al verlos dan ganas de decir “O cuales especiales son, que en ellos se observa el alma de la persona, y en ellos se puede ver o la tristeza o la alegría, el frio o el calor y los suyos, joven damisela, hermosos son”

También está el deseo de poder tocar una linda cara de ángel que solo con sonreírte te ilumina el día “y yo que quería decirte, que tu blanca cara, es como el principio del invierno, blanca como la fría nieve y bella como la calidad navidad, que ambas se juntan para hacer una época sin igual”

Y por su puesto el deseo de ser correspondido “miento si digo que con la Amistad yo siquiera me conformo, pero por temor a tu reacción y a ni siquiera poderte ver, a mí solamente me pone enfermo, Quisiera poder ser aquél que robe tus suspiros, aquél que te quite el sueño, ,aquél con quien quieres ver cada mañana, quisiera ser... solamente él”

Pero amigos, no hay mayor deseo que poder compartir una noche, pudiendo observar esos ojos, pudiendo tocar esa cara y ser correspondido:

“Bajo la noche, suspirando, intentando olvidar todo aquello que habíamos pasado, pidiéndole explicaciones al sentido, maldiciendo al destino. Sin querer aún recuerdo la calidez de tus besos, la amortiguación de tus abrazos, tu frio aliento chocando contra mi cuello, tu sedosa y blanca piel acariciándome la mía, como si no deseara separarse nunca, tus labios fuente de mi pecado e ilusión buscaban más que arrancarme un simple beso, cómplice de esa sonrisa inocente y juguetona que solo quería jugar a ser dioses por una vez... si aún lo recuerdo, mi memoria grabo desde tu melena suelta al viento brillante por la luz de la luna que entraba entre las cortinas de aquel oscuro salón, creando un ambiente lo mar de profundo... pasando por tus senos, circunferencias perfectas que no dejaban nada que desear, y hacían pensar en buscar el radio con los labios aun dejando desear bajar por tus caderas esculpidas por la maldad del día diario, dejando descubierto tu zona más sensible, en la cual te estremeciste... o glorioso destino, como quieres que me olvide de ella, como quieres que la deje en el olvido si solo haber estado esa noche con ella, es como si hubiera estado toda una vida vivo.”

Sody